La comarca del Berguedà, como digo, en Catalunya, se caracterizó durante muchos años por ser una de las cunas del patrimonio téxtil, y en ella abundaban infinidad de industrias dedicadas a esta producción..
Hoy vamos a visitar un pequeño pueblo de esta comarca: Can Rosal, también llamado "La Colonia Rosal", debido a que en él existió, y actualmente existe, aunque está abandonada, una enorme colonia téxtil.

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Pero no nos vamos a centrar, hoy, en la vieja colónia téxtil abandonada, sinó en otro de los edificios que allí se hallan construidos, y abandonados: el convento de Can Rosal.

En 1924 las carmelitas dejan la gestión del convento debido a que su orden, no les permitía dar el servicio de comedor a hombres. Son relevadas por Las Hermanas de Sagrado Corazón de Jesús, una orden reciente y especializada en servicios a otras colonias.
DISPOSICIÓN DEL CONVENTO
En la planta baja, se encontraban la cocina, el comedor de hombres, el de las mujeres, las aulas y un recibidor con un piano.
El citado piano, aunque había sido cambiado de sitio y ya no estaba junto a la entrada. El convento es usado de vez en cuando para realizar exposiciones de artistas locales, de ahí que en las fotos podais ver "objetos" que no se correspondan con la época pasada.
La primera planta es donde residían las hermanas, encontrándose la sacristía y la capilla, donde se realizaban las misas y celebraciones.
En la segunda planta estaban las habitaciones y servicios de las chicas residentes, así como un comedor que se utilizaba para coser y rezar.
La tercera y última planta, también estaban habilitadas algunas pequeñas habitaciones para las jóvenes y una sala con vistas al exterior.
LA GUERRA CIVIL
Al inicio de la guerra civil, los amos de la colonia se exilian en Francia y la dirección de la colonia pasa a manos de un comité del CNT. El convento es reutilizado y tras la expulsión de las hermanas, queman todos los iconos religiosos y dividen el edificio en dos pisos: una planta baja como almacén militar y la superior para asambleas y reuniones. Todas las clases y educación de la colonia pasan a manos de personas vinculadas a la república. Al finalizar la contienda, los amos vuelven a tener el control de la colonia y regresan las hermanas, con el apoyo de las hijas de María.
REANUDANDO FUNCIONES
El convento vuelve a acoger a cientos de trabajadoras, niños y obreros para restaurar el funcionamiento anterior. El horario de las obreras era de 5:00 AM a 13:30, un segundo turno hasta las 23:00 y el último hasta las 5:00, sólo se descansaba el domingo. El salario de las trabajadoras, muchas veces no cubría el coste del alojamiento y tenían que suplirlo con trabajos domésticos en el convento, o darle a las monjas las tarjetas de racionamiento. El catalán pasa a ser lengua prohibida y el hablarlo supone una sanción de 10 céntimos. La educación que se daba era muy básica y enfocada a un modelo de mujer muy concreto, dedicada a las labores y con clases presididas por la imagen de Franco y la imagen de Cristo. Le enseñanza impartida no concedía ningún título escolar, pero sí un certificado que acompañaba a las jóvenes de 14 años al entrar a trabajar en la fábrica.
LA POSTGUERRA
A partir de 1950 hasta 1970, es cuando más volumen de trabajo absorbe la colonia, llegando a ocupar hasta 1200 trabajadores, mientras poco a poco, la religión va perdiendo fuerza sobre la colonia.
A mediados de los años 70, se inicia una regresión inevitable reduciendo a más de la mitad el numero de empleados de la colonia. El convento, no escapa a este retroceso económico y la religión sigue perdiendo fuerza, mientras la permisividad de la educación gana terreno.
EL FINAL DEL CONVENTO DEL TEXTIL
A finales de los años 80 la crisis presiona de forma inexorable y los dueños de la colonia la ceden a los trabajadores, pero no hay forma de parar la caída del sector hasta 1992 que cierra definitivamente. En esas fechas, solo residían el convento cuatro hermanas y casi sin alumnos, tomando la decisión de cerrar definitivamente sus puertas.
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Agradecimiento a mis compañeros de aventuras del KGB (Komando Gasolinera Barcelona) por la compañía en esta visita, en especial a SergioT, al que le he robado la foto del exterior (ya verás cuando se entere....)
Agradecimiento especial al señor Josep Carreras quien nos informó de la historia del edificio y nos condujo a través de sus olvidadas estancias.
Recomendar a todos los interesados tanto en la historia de la colonia como en el convento, la adquisición de la obra "EL CONVENT DEL TÈXTIL" - Autor: Gerard de Vilardaga i Cunill Editado por: Edicions de L'Abí